Su hija tiene CÁNCER y ella vende empanadas para darle una mejor calidad de vida

josefina
josefina


La chiquita  de dos años fue operada de cáncer y necesita ayuda para ampliar su vivienda y así mejorar la calidad de vida de la pequeña. 






Una sorpresiva enfermedad impulsó a Corina a hacer lo imposible para garantizarle el tratamiento a su hija Juana, de tan sólo dos años. Para que la chiquita pueda tener una mejor calidad de vida necesita ampliar la vivienda en la que viven, por lo que para recaudar el dinero cocina y vende empanadas.
Tras la cirugía, la niña  tuvo una evolución notable y pudo regresar pronto a casa.

En octubre pasado, las vidas de Juana y de su mamá, Corina De León, experimentaron un brusco cambio, ante el diagnóstico de un cáncer renal de la nena. Los médicos le informaron que la pequeña padecía el tumor de Wilms, que finalmente le fue extraído el 15 de noviembre último, en una intervención quirúrgica que implicó la extirpación de su riñón izquierdo.

Tras la cirugía, la niña, oriunda de la localidad marplatense de Parque Camet, tuvo una evolución notable y pudo regresar pronto a casa. Sin embargo, el proceso de rehabilitación continúa, ya superó 14 de las 16 sesiones de quimioterapia previstas y le esperan controles de nutrición, nefrología y oncología.

Una sucesión de estudios que se prolongarán hasta cumplirse el primer año de la operación, con el fin de ratificar que Juana no experimentará recaída alguna. Pero ese tratamiento y la dieta especial que la criatura requiere implican costos que no están al alcance de Corina, madre soltera, abandonada por su pareja tras el nacimiento de su hija.

A pesar de todas las dificultades, la mujer salió adelante e impulsada por las ganas de ver saludable a su niña, comenzó a preparar empanadas y venderlas en ferias, eventos e incluso por pedido, a través de las redes sociales. Además, De Léon solicitó la ayuda de todo aquel que pueda hacer un aporte económico en la cuenta bancaria N° 520313/9, Sucursal 6.107 del Banco Provincia, CBU 01404788 03610752031396.

La necesidad de recibir una mano solidaria radica en la misión de ampliar la precaria y pequeña morada de un ambiente en la que viven, para garantizarle a Juana las condiciones acordes a su estado de salud. En este sentido, Corina reconoció: "Yo no me podía venir a vivir acá con la nena. Por eso, estuve un tiempo en la casa de mi hermana pero no nos alcanzaba el espacio, entonces les aclaré a los médicos, les dije que iba a poder cumplir mejor con el tratamiento y que no iba a estar expuesta a virus".

"Si bien Juana es una nena hiperactiva y nunca me dejó caer, eso me da fuerzas para seguir trabajando. Es una manera de aliento para poder seguir peleando, aunque algunas veces tuve ganas de patear todo, porque que le pase algo así a tu hija es difícil de entenderlo", concluyó.



Lo más visto