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¿Qué pasa con nuestras redes sociales cuando morimos?
Tecno
Alrededor de 30 millones de usuarios de Facebook murieron en los últimos 10 años. Sin embargo, las cuentas siguen online.
Organizar bien los asuntos de uno antes de morir es algo que también aplica a nuestros perfiles online. El rastro digital que dejamos atrás al morir es enorme, y las principales compañías de redes sociales se vieron hace tiempo obligadas a establecer políticas al respecto. ¿Cuáles son?
Facebook
Los propios datos de la compañía de Mark Zukerberg revelan que alrededor de 30 millones de usuarios de Facebook fallecieron en los últimos 10 años.
Una de las cosas que se pueden hacer es notificar a la página que, en caso de deceso, el perfil en cuestión sea convertido en uno conmemorativo. Para lograr eso, se debe activar la preferencia en opciones y legar la cuenta a un amigo o familiar.
Esta persona, sin embargo, no podrá acceder a los mensajes que el titular mandó. Las cuentas conmemorativas tampoco aparecen en las búsquedas generales ni salen nunca en la sección de “personas que quizá conozcas”, por ejemplo.
Otra opción es pedir que al morir la cuenta sea borrada permanentemente.
Instagram
Instagram tiene una política similar a Facebook porque también se puede “memorializar” una cuenta. Para hacerlo, un familiar debe reportar a la empresa la muerte de la persona para convertir el perfil en un “in memoriam”. También se puede solicitar que se cierre la cuenta.
La solicitud será válida si la persona en la que el fallecido legó la cuenta presenta toda la documentación pertinente, que incluye certificado de nacimiento, defunción y un comprobante de que la persona que hace la solicitud es familiar o representante legal de la persona difunta.
Twitter
Quizá la red social con la política más estricta, ya que nadie puede entrar a una cuenta después de que el fundador de la misma haya muerto –a menos que tenga la contraseña, claro–.
Lo único que se puede hacer es solicitar que cierren el perfil, pero solo un familiar directo del dueño puede hacerlo presentando una copia de una identificación y una copia del certificado de defunción.
Casi todas las empresas respetan mucho al usuario y es difícil obtener los contenidos. El titular mismo de una dirección de correo puede tachar la opción en la configuración para que nadie obtenga esa información.
Por otro lado, se puede dejar dicho que alguien maneje la cuenta, para lo cuál un familiar o representante legal deberá solicitar los accesos.
Organizar bien los asuntos de uno antes de morir es algo que también aplica a nuestros perfiles online. El rastro digital que dejamos atrás al morir es enorme, y las principales compañías de redes sociales se vieron hace tiempo obligadas a establecer políticas al respecto. ¿Cuáles son?
Los propios datos de la compañía de Mark Zukerberg revelan que alrededor de 30 millones de usuarios de Facebook fallecieron en los últimos 10 años.
Una de las cosas que se pueden hacer es notificar a la página que, en caso de deceso, el perfil en cuestión sea convertido en uno conmemorativo. Para lograr eso, se debe activar la preferencia en opciones y legar la cuenta a un amigo o familiar.
Esta persona, sin embargo, no podrá acceder a los mensajes que el titular mandó. Las cuentas conmemorativas tampoco aparecen en las búsquedas generales ni salen nunca en la sección de “personas que quizá conozcas”, por ejemplo.
Otra opción es pedir que al morir la cuenta sea borrada permanentemente.
Instagram tiene una política similar a Facebook porque también se puede “memorializar” una cuenta. Para hacerlo, un familiar debe reportar a la empresa la muerte de la persona para convertir el perfil en un “in memoriam”. También se puede solicitar que se cierre la cuenta.
La solicitud será válida si la persona en la que el fallecido legó la cuenta presenta toda la documentación pertinente, que incluye certificado de nacimiento, defunción y un comprobante de que la persona que hace la solicitud es familiar o representante legal de la persona difunta.
Quizá la red social con la política más estricta, ya que nadie puede entrar a una cuenta después de que el fundador de la misma haya muerto –a menos que tenga la contraseña, claro–.
Lo único que se puede hacer es solicitar que cierren el perfil, pero solo un familiar directo del dueño puede hacerlo presentando una copia de una identificación y una copia del certificado de defunción.
Correos electrónicos
Casi todas las empresas respetan mucho al usuario y es difícil obtener los contenidos. El titular mismo de una dirección de correo puede tachar la opción en la configuración para que nadie obtenga esa información.
Por otro lado, se puede dejar dicho que alguien maneje la cuenta, para lo cuál un familiar o representante legal deberá solicitar los accesos.
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