De Venezuela a San Juan: "Argentina está pasando algo similar a Venezuela antes de la crisis"

Franklin es venezolano y licenciado en Contaduría Pública, llegó a San Juan en octubre del 2018 tras abandonar su país natal, debido a la crisis que allí se vive. Hoy se dedica a vender café express en la Feria de la Capital y por las tardes trabaja en una heladería: "Cada vez que tengo la oportunidad de hablar de esto lo hago porque en Venezuela no se puede", declaró.

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Franklin: "los venezolanos no venimos a hacer política, venimos a trabajar"

Debido a la crisis que atraviesa Venezuela, muchos de sus habitantes decidieron emigrar hacia otros rumbos en búsqueda de nuevos horizontes. Colombia, Perú y Argentina son algunos de los destinos que eligen los venezolanos para iniciar una nueva vida, lejos de lo que ellos mismos denominan como una "dictadura". 

En San Juan, podemos encontrar numerosos trabajadores venezolanos que llegaron para aportar y para salir de la pésima situación económica con la que llegaron. Uno de ellos es Franklin Ocariz, quien arribó a nuestra provincia en octubre del 2018, junto a su hija de 12 años y su mujer. Un año después, ellas debieron regresar a Venezuela debido a que "la dictadura" pretendía invadir las tierras agrícolas y los apartamentos que quedaron solos en aquél país, según comentó el mismo Ocariz.

"Al principio estábamos con mucho temor, por lo que nos tocaría vivir como emigrantes, ya que, si bien había estado en otros países como Italia, españa o colombia, como turistas, ya en calidad de emigrantes es totalmente distinto", comenzó relatando Frankling. Además, mencionó que es Licenciado en Contaduría Pública y en su país desempeñaba funciones como Director de Administración del Concejo Municipal Libertador, del Estado Mérida, donde vivió toda su vida, hasta que le tocó "escapar de la Dictadura de Venezuela".

En ese sentido, comentó lo que obligó a salir del país a él y su familia y mencionó "el deterioro progresivo de calidad de vida, la escasez de alimentos, los servicios básicos cada vez más precarios, el agua cuando llegaba no era potable, apagones de luz todos los días por varias horas". Además, agregó que su salud se vio afectada, "había bajado 12 kilos, por falta de carbohidratos. Ante la escasez de repuestos, paré mi carro y como el transporte público era cada vez más pésimo, tocaba caminar para ir a la oficina ida y vuelta, dos horas por día", narró.


Franklin hoy trabaja como encargado de "Vía Express", ubicado en la Feria de Capital, local 8 sobre calle Buenaventura Luna.

En ese contexto de crisis describió una situación particular: "los profesores no iban a dar clases por los miseros sueldos", mencionó y agregó que los que ganaban 5 salarios mínimos, como directivos, solo podían comprar el equivalente a 2,5 cartones de huevos. "Imaginen los que ganaban un solo salario mínimo. Era espantoso escuchar a los compañeros de trabajo hablar de lo que comían".

Al momento de la decisión de partir, Ocariz comentó que tenía algunos dólares ahorrados y debió vender su carro y joyas de oro para poder comprar pasajes aéreos. "Salimos cruzando la frontera con Colombia caminando, ya que nos ponían muchas trabas para salir", describió. De ese modo comenzó su partida hacia la Argentina, proceso en el cual debió, incluso, "pagar a funcionarios corruptos".

Por su parte, al desempeñarse en la política del Estado de Mérida, explicó: "a mi ya me tenían en la mira los grupos del gobierno porque me vieron participar en protestas y me tomaron fotos", en ese mismo sentido y como funcionario público, contó que ya le habían avisado de su destitución. "No tenía nada que perder, más bien, mucho que ganar por mi hija al salir del país. Solo pensaba en el futuro de ella, mi pequeña quien me pidió que no saliera más a protestar", expuso.


Con mucha predisposición y simpatía, así trabaja Franklin complaciendo a sus clientes con café express.

Tras haber arribado a la Argentina y vivir 2 años de lucha por salir de la crisis económica con la que escapó de Venezuela, comparó la situación actual de nuestro país con la del suyo. En esa línea, afirmó que "Argentina está pasando algo similar que en Venezuela antes de desembocar en la actual crisis. En principio se fueron inversionistas, luego los hijos de las clases más altas, lo que el gobierno siempre desestimó, incluso la sociedad venezolana. Posteriormente, empezaron a emigrar los jóvenes de la clase media y el gobierno lo negaba. Después empezó en sí la diáspora, donde ya eran familias enteras las que se iban del país".

Al notar que muchas personas abandonaban Venezuela, "el gobierno empezó a tomar medidas tales como encarecer la solicitud de pasaportes para que muy pocos pudieran pagarlos", describió el venezolano. Por su parte, los trámites eran más "engorrosos", debían hacerse online pero casi nunca estaban operativas las páginas gubernamentales.

"Es lamentable que esté pasando en Argentina y lo peor es que les pase como a nosotros, que no le den la importancia que de verdad amerita. La fuga de talentos es algo difícil de recuperar"

Incluso, acusó al sistema de gobierno venezolano de no importarles "tener jóvenes preparados, críticos y pensantes", ya que "son vistos como enemigos, por ende si se van es mejor. De ese modo habrán jóvenes sin preparación, adoctrinados y esclavizados con planes", argumentó.


"Los políticos argentinos ven mal a los militares en Argentina, pero los ven bien en Venezuela. Hay una doble moral", aseguró Franklin, respecto a la postura de algunos políticos frente a la situación que atraviesa aquél país.

 

¿Qué lo esperaba en San Juan?

Pese a que ve situaciones similares a las que vivió en su país natal, Franklin continúa trabajando en San Juan, por las mañanas en "Via Express", donde realiza ventas de Café Gourmet en Granos y Molido, y por la tarde en "Heladería Aracena". Además, comentó que en nuestra provincia fue recibido de una manera que nunca esperó. "Encontranos mucha solidaridad, de parte de muchas personas, que sin decirles nada de las cosas que nos hacían falta, nos llegaban, a los días de conocernos, con comida, camas, ropa para mi pequeña hija y muchas otras cosas", comentó con mucha emoción y agregó "eso de verdad nos dejó asombrados y si lloramos a los días de llegar no fue por nada malo, todo lo contrario, fue por todo lo bueno que encontrábamos en la gente que íbamos conociendo. Aún recuerdo esos dias y aun me conmuevo".

Al momento de buscar una escuela para su pequeña hija de 12 años, encontraron cupo en la Escuela Superior Sarmiento donde su hija se destacó y encontró a una seño que se comportó de muy buena manera con la familia venezolana. "La profesora Claudia o seño Claudia, como le dicen aquí, se porto excelente. No solo como maestra sino como ser humano. Recuerdo que se presentó una noche en la casa donde vivíamos y nos regaló una cocina, útiles escolares, ropa y muchas cosas que también nacieron de su corazón y sin pedirlo, ni contarle mucho de nuestra situación", contó Franklin.

Actualmente, Franklin se encuentra alejado de su esposa e hija, pero continúa ayudándoles desde nuestro territorio. Incluso a su madre, de avanzada edad, y un hermano que la cuida en Venezuela. Pese a la difícil situación que afronta la Argentina, no tiene pensado abandonar nuestro país. "Voy a esperar dos años más. Si la película, que ya vi en Venezuela, sigue acá, con mucho dolor tendré que abandonar también mi segunda patria que es Argentina, ojalá en las próximas elecciones las cosas mejores", afirmó.

Y destacó la posibilidad de "expresarse libremente", hasta el momento, en Argentina en contraposición a Venezuela, donde, según asegura, los medios de comunicación pertenecen al estado y por esa razón "hay adoctrinamiento". Además, agregó que los medios "privados" son censurados, por lo tanto, "cada vez que tengo la oportunidad de hablar de esto lo hago, porque en Venezuela no se puede", concluyó.