ALERTA en MENDOZA: temen que por los casi 1.000 casos de COVID-19 diarios colapse el sistema SANITARIO

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Para quienes están cara a cara con la realidad entre camas y respiradores en esa provincia, de sostenerse este número durante varios días podría haber un colapso.








 

Dos días con más de 900 nuevos diagnósticos positivos de Covid-19 y uno con más de 800 en Mendoza encendieron las alarmas ante la capacidad de reacción de un sistema sanitario estresado y que las voces “desde adentro” describen como trabajando al límite.

Para el Gobierno local, aún está dando respuestas; para quienes están cara a cara con la realidad entre camas y respiradores, de sostenerse este número varios días podría haber un colapso.

“Aunque solo 5% son pacientes críticos, ese 5% de 1.000 diarios es muchísimo para un área crítica”, subrayó Fernando Kurban, presidente de la Asociación Mendocina de Terapia Intensiva Cuidados Críticos. Señaló que en las condiciones actuales hay gente que debe aguardar hasta 72 horas para ingresar a Unidades de Terapia Intensiva (UTI) porque no hay lugar.

Desde el sector privado ya vienen advirtiendo hace tiempo que la situación es tensa y no tienen margen para ampliarse más. “Hubo un aumento intersemanal de casos activos del 17,35% y ese es el número que hay que mirar. Si se sostiene la tendencia el sistema no va a poder dar respuesta, de hecho ya no puede hacerlo en todos los casos”, dijo un referente de la Asociación De Clínicas y Sanatorios de Mendoza.

Lo cierto es que en el Ministerio de Salud de Mendoza veían venir la situación. La estrategia es salir a los barrios a detectar infectados tempranamente, en particular asintomáticos u oligosintomáticos. La llegada a fines de setiembre de los nuevos test rápidos sirvió para apuntalar la estrategia, que eleva el reporte de positivos.

“Que aumenten los casos en la medida que podamos seguir dando respuesta más que preocupar, ocupa”, dijo la ministra del área, Ana María Nadal. La funcionaria destacó la incorporación de 20 nuevas camas UTI los últimos días, lo que equilibró la balanza y mantiene la ocupación en casi 80% para toda la provincia (ver aparte).

El promedio de entre 500 y 600 nuevos casos diarios que venía registrando el sistema se incrementó drásticamente en los reportes de miércoles (916 casos y 13 muertes), jueves (937 positivos, 15 fallecidos) y ayer (833 casos y nada menos que 36 muertes).

Criterios

Es inevitable volver la mirada sobre el criterio del gobierno nacional, que consideró que la situación en la provincia es complicada dada la alta ocupación de camas en los hospitales. El 92% de ocupación que tuvo en cuenta llevó al decreto que el domingo pasado determinó una marcha atrás con las flexibilizaciones que había habilitado el gobierno de Rodolfo Suárez un par de días antes. Para Nación, el sistema de Salud del Gran Mendoza está al borde del quiebre.

La intención de realizar más testeos está asociada también a bajar la tasa de positividad que ronda el 50%, cuando la Organización Mundial de la Salud sugiere que sea de 10% como máximo. Esto implica testear más para que dentro del total de los testeados sea menor la proporción de positivos, pero tal abordaje implica aumentar el número de detectados por el sistema.

Para el doctor Sergio Saracco, director del Observatorio de Salud Pública de la Facultad Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo no hay que mirar tanto ese número. Los casi mil casos diarios son sólo los que detectó el sistema, hay muchos más que no han sido detectados. “No es malo, mientras más testeos más realista es el número, para que el sistema se lo pueda bancar hay que identificar y aislar para frenar la circulación”, destacó.

Esto implica llegar a los infectados de manera temprana para aislarlos y cortar la cadena de contagios. De esta manera se evita la transmisión a quien pueda tener más riesgos e incluso, si lo necesita, recibe atención. Así, se busca evitar, en ambos casos, que se llegue a cuadros más graves que impliquen mayor demanda del sistema de salud. Esa es la estrategia provincial.

"Sabemos perfectamente que no hay 600 casos por día, porque cualquier médico recibe por día cinco o seis consultas de gente con sospechas ", remarcó.

“Se está haciendo un esfuerzo en todos los sectores pero quizás continuar ampliando la cantidad de camas no sea la única solución”, dijo Kurban.

Pero advirtió lo ya sabido: más camas implican personal para atenderlas, en particular especializado y es justamente lo que no sobra. “Si hemos estado en situación límite durante un mes con entre 400 y 600 casos por día y se ha tenido que ampliar la cantidad de camas en ese contexto, imagínese si vamos a 1.000 la mayor parte de los días”, conjeturó.

“Hoy está saturado a un 96% de ocupación permanente, a veces 100% y con las guardias saturadas así, este ritmo de casos no se va a poder sostener”, dijo el referente de los privados.

Situación límite

“Mil casos por día en una provincia como Mendoza con el sistema ya saturado tiene un altísimo riesgo de colapsar, hay que pensar en los pacientes que llegan en estado grave y no tienen una cama, de cualquier enfermedad. Aunque lleguen menos, siguen llegando ACV, infartos, problemas clínicos, neurológicos, quirúrgicos y peligra la atención”, advirtió Fernando Kurban (Asociación Mendocina de Terapia Intensiva).

Por eso cree que la responsabilidad de la gente es fundamental. Dijo que no deja de entender que la gente necesita trabajar y el daño psicológico por eso hay que buscar un punto de equilibrio.

“Si se abre una terapia intensiva de un promedio de seis camas, se llena a los tres días, es una situación límite y va a haber una merma en la calidad de atención”, señaló.

Fuente: Los Andes.
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