La hija de una sanjuanina padece cáncer y no tienen dónde vivir: "Un día te levantás y te cambió todo"

Ámbar nena con cáncer 1
Ámbar nena con cáncer 1
Ámbar, de sólo 4 años, tiene metástasis y la familia ya no cuenta con recursos. Vivían en San Luis y tuvieron que volver a San Juan. La mujer necesita con urgencia, al menos, darle un techo estable a sus niños. El rancho de adobe que les prestan se agrietó por el terremoto y les desvalijaron la casa que alquilaban en la capital puntana.







Por Pablo Zama
Fotos de Leandro López

Anabela Janet Ponce Ortiz (27 años) es sanjuanina y se fue hace más de 4 años con sus hijos a San Luis, para buscar un futuro mejor. Pero la vida le jugó mal: a la más chica de sus hijas, que llegó a esa provincia en su panza, le detectaron un cáncer, que ya le había hecho metástasis, cuando tenía 3 años. Volvieron a San Juan por el tratamiento y en su ausencia les desvalijaron la casa que alquilaban en tierra puntana.

Anabela apenas cobra la Asignación Universal por Hijo, por sus 4 niños: Alma (10), Mora (8), Aarón (6) y Ámbar (4). También tiene la Tarjeta Alimentar. Pero no les alcanza. La joven mamá no puede trabajar porque está abocada a la recuperación de Ámbar. Viven como pueden en casas que les prestan algunos amigos o madres de otros niños que están en Oncología del Hospital Guillermo Rawson.
"Saco fuerzas al ver a Ámbar, que termina sus quimios y pone una sonrisa"

La casa de adobe que hoy habitan "se agrietó feo" por el terremoto del lunes 18 de enero a las 23:46. "Pero es el techo que tenemos para vivir", dice la mujer, que tiene sus esperanzas puestas en la "Ley de Oncopediatría", un proyecto que ya tomó estado parlamentario en la Cámara de Diputados de la provincia, para el cuidado integral de los niños y las niñas que padecen esta enfermedad.

"Saco fuerzas al ver a Ámbar, que termina sus quimios y que por más que está hecha pomada le pone una sonrisa. Tiene 4 años y me muestra que puede aguantar", dice al borde la emoción. La nena soporta los dolores con ayuda de la morfina.

El calvario empezó hace poco más de 8 meses, cuando en San Luis a la niña le detectaron un tumor. Los médicos le dijeron que era un neuroblastoma (un tipo de cáncer que se forma en las células nerviosas llamadas neuroblastos) en estadio 4. Una grave enfermedad que aparece en algunos niños antes de los 5 años.
"En el terremoto muchas paredes se agrietaron feo"

"De repente, un día te levantás, te cambió todo y te tenés que volver a San Juan". Anabela no puede reprimir el llanto cuando le cuenta a Diario Móvil que la vida se les derrumbó como un castillo de naipes.




San Luis no cuenta con un servicio público de oncología pediátrica. Entonces derivaron la atención a San Juan. Ponce llegó a la provincia con su hija en plena pandemia, en junio del 2020. En tierra puntana les hicieron hisopados y en San Juan volvieron a someterse a testeos de COVID-19. Después cumplieron con la cuarentena obligatoria adentro del Hospital Rawson.

El 1 de agosto Ámbar cumplió años en la cama del hospital. "Ella tiene un cáncer que de cada 100 niños se le declara a 6 y es muy agresivo. Le hizo metástasis y se arraigó en los huesos: en la columna vertebral, la cadera, las rodillas y las costillas", cuenta la mujer.
"Cuando nos vinimos para acá nos entraron a robar en San Luis"

La nena hizo quimioterapia en el Hospital Rawson y se acostumbró a vivir con su madre y sus hermanos a veces en Albardón, otros días en el Gran San Juan o en dónde les presten. "Cambiar de lugar todo el tiempo le hace mal a los niños". Los hijos de Anabela pudieron ingresar a la provincia pocos meses después, porque se habían tenido que quedar con la abuela materna en San Luis.

"No tenemos un lugar porque llegamos sin plata y estuvimos costeando la comida". A veces les prestan alguna casa "unos días o un mes", de manos solidarias a las que Anabela no para de agradecer.




Ahora están en la casa de una amiga de Ponce, ubicada en una finca de Rawson. "Es de adobe. En el terremoto muchas paredes se agrietaron feo. Pero por ahora tenemos un techo en donde vivir", dice. En el momento del sismo de 6.4 grados, la familia estaba en la casa. Esa noche durmieron afuera.
"Lo que más nos hizo pomada fue la salud de mi hija"

Los chicos tenían clases virtuales en la escuela y tuvieron que abandonar todo. "Cuando nos vinimos para acá nos entraron a robar en San Luis. Se llevaron la tele, mi máquina de coser", recuerda sobre esta mala hora que no parece tener fin.

"Lo que más nos hizo pomada fue la salud de mi hija. Eso es lo que uno no recupera. El cáncer avanza y no perdona a nadie, más allá de la edad. Ves jugar normalmente a todos los niños y a ella hay que decirle que no haga ciertas cosas. Quiere hacer una vida normal y no puede", relata la joven mamá que día a día lucha junto a Ámbar contra el cáncer y contra el paso ineludible del tiempo, que a cada vuelta al reloj les roba un poco más la alegría.

"Cuando salimos del hospital y pasamos por la terminal, Ámbar me dice 'vamos en el cole a San Luis'". A Anabela se le estruja el alma. Allá alquilaba frente al Parque de las Naciones, a unos 2 kilómetros del centro puntano.
"Quiero una mejor calidad de vida para Ámbar"

Ponce trabajaba de costurera, en forma independiente y forjaba así su nueva historia junto a sus hijos a más de 400 kilómetros de su tierra natal. Pero de la noche a la mañana su vida se puso 'patas para arriba'. "Me ha tocado no tener para comprar una botella con agua o un rollo de servilletas", cuenta con dolor.




Ahora sólo se conforma con que la ayuden a darle "una mejor calidad de vida a Ámbar, hasta que se recupere". A la niña le extirparon un tumor del pulmón izquierdo hace sólo 7 días. Entra y sale del hospital como si fuera una extensión de la casa que hoy no tiene. Esta semana la volverán a internar, para sacarle un tumor abdominal.

"En la pandemia es mucho más difícil de manejar esto. Pero Ámbar ve a todos los niños con barbijo, como ella, y eso la tranquiliza muchísimo", dice su mamá.

 

Para colaborar con Ámbar y su familia llamar al 2664212467 o por mensajes de WhatsApp al 2646622856. 
Lo más visto