SAN JUAN, EN LA MIRA DE LA OPOSICIÓN

#OPINIÓN



Con las elecciones al caer y una campaña que se va recalentando conforme pasan los días, San Juan tiene todos los condimentos para atraer las miradas; no sólo por lo ajustado del triunfo del oficialismo en las PASO, sino también porque aportaría una banca impensada para la oposición y su objetivo de ganar terreno en ambas Cámaras. Un triunfo opositor en San Juan podría convertirse en todo un símbolo y en la crónica de una muerte anunciada.

Para entender lo importante de la consecución de un legislador más para Juntos por el Cambio, es necesario hacer un repaso de los números. De repetirse el resultado de los últimos comicios, el Frente de Todos perdería 6 senadores de los 15 que pone en juego, retrocediendo así de 41 a 35 bancas, dos menos de las 37 requeridas para garantizar el cómodo manejo de Cristina Fernández en la Cámara alta. Por el lado de Diputados, la principal fuerza opositora ganaría 2 legisladores y pasaría a tener 117, frente a las 115 que retendría el oficialismo, perdiendo de esta manera la condición de primer minoría. Ante la paridad de estos números, el diputado extra que puede aportar la provincia es una ganancia que no estaba en los planes previos.

Es verdad que Juntos por el Cambio entendió que la estrategia federal de esta campaña era exacerbar la disconformidad con el Gobierno nacional y salir a las provincias a proponer el traslado de la discusión en términos de “kirchnerismo o libertad”. En este contexto, los referentes de la coalición han visitado gran cantidad de distritos a lo largo y ancho del país. Sin embargo, San Juan ha sido uno de los destinos predilectos, con el desfile de figuras como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Martín Lousteau, Miguel Ángel Pichetto, Alfredo Cornejo, Emiliano Yacobitti, Alfredo De Angeli, Guadalupe Tagliaferri, entre otros. Todavía falta la segunda llegada de la presidenta del PRO, que arribará mañana.

“San Juan es clave para frenar al kirchnerismo; lo entendemos así porque en las PASO estuvimos muy cerquita del oficialismo y creemos que lo podemos revertir”, así, sin anestesia, lo dijo el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en la conferencia de prensa que brindó en un hotel de Santa Lucía. Por el mismo camino discursivo fueron otros dirigentes de peso, como Lousteau y Cornejo, que pasaron por la provincia esta misma semana. Todos pidieron apoyo para “frenar los atropellos kirchneristas”.

Al oficialismo local no le cayeron en gracia estas visitas y sus referentes salieron al unísono a cuestionar la llegada de los caciques de Juntos por el Cambio. El propio Uñac fue quien tomó la voz cantante y, en un acto en Iglesia, le subió los decibeles a su discurso. "Me da pavor eso de venir y decir lo que hay que hacer, escuchar que nos recomiendan hacer cosas que acá hacemos desde hace 20 años. Escucho que acá nos defienden y en el Congreso nos cagaron una y otra vez", lanzó el primer mandatario, que adoptó una actitud más combativa en este tramo de la campaña.

Lo que el Frente de Todos busca en San Juan es no perder la manija de la agenda y que no lo saquen del libreto, porque saben que si tienen que salir a responder por los malos pasos del Gobierno nacional, seguramente ganaran más enemistades que adhesiones. Así es que encontraron por estrategia clavarse en el sentimiento de pertenencia territorial, donde lo local, lo autóctono, se contrapone con el concepto de foráneo, algo que intentan proyectar en la figura de los visitantes de Juntos por el Cambio. “Molesta ver que algunos porteños vengan a querer decirnos lo que tenemos que hacer los sanjuaninos”, decía uno de los candidatos oficialistas; apelando así a una especie de chauvinismo provincial.

Para contrarrestar a los rivales, los anuncios del uñaquismo insisten en consignas como “votá por San Juan”, “dale una mano a San Juan”, “para que San Juan siga creciendo”. Estas propagandas han invadido tanto la vía pública como los espacios y medios en línea. Un claro ejemplo de las intenciones de exaltar el orgullo local, frente a la "porteñidad" y un síntoma de que al oficialismo le preocupa que el debate se dispare hacia un plebiscito de la gestión nacional. Llama la atención, además, que no hayan venido funcionarios del gabinete de Alberto Fernández, tal como ocurrió en la previa del 12 de septiembre.

Los frentetodistas de San Juan recrudecieron su discurso, mucho más crítico hacia la oposición y bastante más activos en la movilización y el trabajo en terreno. Como también la inoculación de unas cuantas operaciones a través de sus canales afines. Este verdadero reajuste indica que no todo es tranquilidad en calle Paula y la brecha que los separa de la oposición podría ser ínfima. A falta de encuestas de difusión pública en la provincia, buenas son las especulaciones.

¿Podría darlo vuelta la oposición? Es muy difícil, pero ciertamente el contexto es más propicio que nunca. Por estos días hablaba en medios locales uno de los principales estrategas de la campaña del Gobierno provincial y dejaba títulos interesantes para leer entrelíneas. “Da la sensación que el resultado de las PASO y de las generales, no estará muy lejos uno del otro”, indicaba. También se negaba a vaticinar números y señalaba que el porcentaje de indecisos rondó el 30% en las últimas elecciones y esa variable complica establecer probabilidades con mayor certeza. Todas las declaraciones apuntaban más a un escenario incierto, que a la tranquilidad de una cómoda victoria.

Por el lado de la versión local de Juntos por el Cambio, lo que intentan es capitalizar el deterioro de la imagen presidencial y su gestión. Sumarse al viento de cola, que ya llegó a otras provincias que se tiñeron de amarillo, y soportar los embates mediáticos de este último trayecto del calendario electoral. Para esto es vital que el Gobierno nacional siga de capa caída, algo que es apoyado por las encuestas. Según Management & Fit, estarían 10 puntos debajo de la oposición, profundizando aún más la derrota. Por el lado de Giacobbe y Asociados, vislumbran al Frente de Todos cayendo por unos 8 puntos; mientras que para Opinaia el resultado será idéntico al de las PASO. Todos escenarios bastante positivos para los locales, si logran capitalizarlo.

Para crecer, también será clave en esto la cosecha del voto útil y la bajada del mensaje para los electores de la tercera alternativa, que verdaderamente no tiene muchas posibilidades de lograr una banca, dada la extrema polarización y la amplia distancia que los separa de Juntos de Cambio. Es de esperar que una buena parte de sus votantes migre hacia la principal opción opositora. El porcentaje de ese éxodo, también es una variable que puede hacer la diferencia.

Para redondear, entonces, hay varias señales que indican que la contienda electoral del próximo 14 de noviembre se viene reñida. Es el propio oficialismo el que ha recalibrado su campaña y endurecido las críticas a la oposición. Los cuestionamientos a los visitantes nacionales de Juntos por el Cambio, marcando territorio cual Lejano Oeste, más la mesura en los pronósticos, son claros indicios de que nada está asegurado. A días de los cierres de campaña, la suerte se encuentra prácticamente echada y el domingo próximo las especulaciones se convertirán en certezas.