José, el joven no vidente que deslumbra en el tango: “Los límites se los pone uno mismo”

José ciego no vidente tango
José ciego no vidente tango
Tiene 29 años, vive en La Merced, provincia de Salta, y de la mano de sus dos profesores aprendió a bailar y se destacó en dos teatros salteños. José contó su historia a VíaPaís.








José Luis Colque, un joven no vidente de 29 años oriundo de La Merced, en enero del 2021 fue invitado a aprender tango en la Academia Ballet folklórico sentimiento argentino La Merced, Salta. Contra todo pronóstico, el salteño aprendió la danza y destacó en los teatros San Alfonso y Del Huerto.

“Siempre me gustó el baile en general, pero el tango se dio. Uno de los profesores me invitó a su academia y fui a probar. Fue un desafío para todos”, así arrancó diciendo José en diálogo con VíaPaís.

A cada obstáculo que se le interponía, el mercedeño lo derribaba. El principal fue la timidez, pero -según contó- con su compañera de danza Gisel Ramírez pudo afrontarla. Colque se lleva muy bien con ella y desde que se conocieron concretaron una buena relación. Este detalle no es menor porque facilitó mucho su proceso de aprendizaje.

“Con Gisel me entendía mejor. De hecho, a veces el profesor me enseñaba algo y ella me lo volvía a explicar si me lo olvidaba o si no lo comprendía”, indicó José.

Aún así, la ayuda de sus maestros, Leonardo y Valentín Villalobos, fue clave. El primero es bailarín, mientras que Valentín es profesor de educación física especializado en discapacidad, quien a su vez trabaja en deporte paraolímpico.

Su coreógrafo se centró en enseñarle tango y el especialista en discapacidad implementó técnicas ideales para José. “La cabeza es Leonardo Villalobos, él es el director de este proyecto. Yo soy un complemento en las preparaciones físicas”, aseguró Valentín.

Comenzaron trabajando el tema de la noción del espacio y tiempo, también la orientación y la coordinación. Más tarde, Colque fue combinando esos elementos para llevarlos a cabo al mismo tiempo.

José nació prematuro, con el pasar del tiempo comenzó a perder la vista y a sus 7 meses de vida fue definitivo. Sin embargo, eso nunca lo detuvo a hacer nada. Si bien reconoció haber tenido complicaciones para aceptarse en su adolescencia, logró superar esa etapa y el tango cooperó al momento de brindarle seguridad.

“Al haber nacido sin visión no tiene una imagen del mundo externo y es un reto incorporar esos elementos, pero no imposible”, aseguró el profesor de educación física. Los hermanos Villalobos usaron diferentes métodos para que esto se logre.

Si bien arrancaron con la preparación física: bajar de peso, fortalecer los músculos, etc., lo principal fue la comunicación con José. Ponerse en el papel de él, saber qué siente. Por ejemplo, para que pueda desplazarse en un cuarto, el estudiante se descalzaba, ponían música y las vibraciones que el joven sentía en sus pies ayudaban a guiarlo.

Leonardo, el coreógrafo de Colque, explicó: “Fue todo un desafío. Le pedí ayuda a mi hermano porque no sabía cómo enseñarle y José no tenía mucha motricidad”, luego agregó: “así es como buscamos estrategias a través del tacto que funcionaron”.

A lo largo de la vida de José, algunas personas le sugirieron tocar instrumentos o jugar al fútbol, como varias personas no videntes suelen hacer. Incluso le han negado la posibilidad de enseñarle natación. De esta forma, cuando lo invitaron a la academia, aprovechó la oferta y aceptó.

Así, en enero del 2021 comenzaron sus clases. Las mismas por lo general son los miércoles y los sábados en la institución, mayormente de la mano de Leonardo, aunque debido a la pandemia se vieron interrumpidas en algunas oportunidades.
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