Después del Zonda llega el viento sur y el frío.
El médico caucetero continúa con su consultorio gratuito para nenes necesitados
Como en la tierna película pero en la vida real: así está pasando en la ciudad de las diagonales. Los viernes el doctor atiende gratis en la Sede de Cáritas de Cristo Rey y los sábados se darán clases de apoyo más un desayuno.
Fue docente antes de ser médico, el doctor Gustavo Rodríguez, especialista en enfermedades respiratorias. Por esa formación previa, más el amor fanático de sus padres por Caucete es que se decidió a atender gratis en su casi único día libre en su ciudad natal. Pero la buena noticia no termina ahí, sino que con su gesto se desencadenó una catarata de voluntades según contó a DIARIO MÓVIL. “Me ha sorprendido la respuesta. Viene gente a ofrecer ayuda, desde el que me arregló la camilla hasta docentes de inglés o deportista de elite retirados, etc. Cada uno con su iniciativa. ¡Lo hagamos!”, dijo entusiasmado.
Este mes comenzó a atender en la sede de Cáritas de la parroquia Cristo Rey, con elementos que le donaron ese mismo día. Y ya se preparan para una segunda etapa con clases de apoyo y desayuno para los chicos los días sábado, aprovechando que una nutricionista y una psicopedagoga ofrecieron también sus servicios desinteresadamente.
Hace 2 años el doctor Rodríguez comenzó a atender pacientes con el cobro de una consulta simbólica. Pero la crisis hizo mella. “La salud de los chicos es lo que más se resiente con la crisis. Si el papá paga la consulta, no compra medicamentos. Y si los compra una vez, difícil que venga al control”, comentó el médico. La consulta con un especialista hoy cuesta entre $700 y $1500. Habían dado 13 turnos, pero a juzgar por la salita de espera iban a terminar siendo más. “Se desbordó todo, pero también la ayuda. Quizá no es el lugar más adecuado pero es una institución seria y no emparentada con la política. Esto recién empieza. Queremos que no sea solo una consulta médica sino armar una red de instituciones. Hay un montón de proyectos para hacer otras cosas por la educación”, anticipó.
“No tengo la vida resuelta, pero no me voy a hacer ni más rico ni más pobre por cobrar. Ya tengo un hijo grande que está estudiando Medicina y una esposa médica. Mis padres, que no eran cauceteros, eran fanáticos de Caucete donde vivieron 30 años. Mi hermano se casó con una chica de Caucete. Y en los últimos 3 años ha ido falleciendo mi ascendencia. Pero me quedaron acá hermanos de la vida que me llaman, me ayudan, me van influyendo; para que uno vuelva a las raíces y podamos trascender por estas cosas”.
Fue docente antes de ser médico, el doctor Gustavo Rodríguez, especialista en enfermedades respiratorias. Por esa formación previa, más el amor fanático de sus padres por Caucete es que se decidió a atender gratis en su casi único día libre en su ciudad natal. Pero la buena noticia no termina ahí, sino que con su gesto se desencadenó una catarata de voluntades según contó a DIARIO MÓVIL. “Me ha sorprendido la respuesta. Viene gente a ofrecer ayuda, desde el que me arregló la camilla hasta docentes de inglés o deportista de elite retirados, etc. Cada uno con su iniciativa. ¡Lo hagamos!”, dijo entusiasmado.
Este mes comenzó a atender en la sede de Cáritas de la parroquia Cristo Rey, con elementos que le donaron ese mismo día. Y ya se preparan para una segunda etapa con clases de apoyo y desayuno para los chicos los días sábado, aprovechando que una nutricionista y una psicopedagoga ofrecieron también sus servicios desinteresadamente.
Hace 2 años el doctor Rodríguez comenzó a atender pacientes con el cobro de una consulta simbólica. Pero la crisis hizo mella. “La salud de los chicos es lo que más se resiente con la crisis. Si el papá paga la consulta, no compra medicamentos. Y si los compra una vez, difícil que venga al control”, comentó el médico. La consulta con un especialista hoy cuesta entre $700 y $1500. Habían dado 13 turnos, pero a juzgar por la salita de espera iban a terminar siendo más. “Se desbordó todo, pero también la ayuda. Quizá no es el lugar más adecuado pero es una institución seria y no emparentada con la política. Esto recién empieza. Queremos que no sea solo una consulta médica sino armar una red de instituciones. Hay un montón de proyectos para hacer otras cosas por la educación”, anticipó.
“No tengo la vida resuelta, pero no me voy a hacer ni más rico ni más pobre por cobrar. Ya tengo un hijo grande que está estudiando Medicina y una esposa médica. Mis padres, que no eran cauceteros, eran fanáticos de Caucete donde vivieron 30 años. Mi hermano se casó con una chica de Caucete. Y en los últimos 3 años ha ido falleciendo mi ascendencia. Pero me quedaron acá hermanos de la vida que me llaman, me ayudan, me van influyendo; para que uno vuelva a las raíces y podamos trascender por estas cosas”.
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