Walmart se quiere ir antes de fin de año del país

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Antes de fin de año, la cadena de supermercados buscará cerrar la venta de sus activos locales entre alguno de los tres principales grupos empresariales interesados que llegaron a las instancias finales de la carrera.








Bajo una decisión ya tomada, Walmart aceleró el cierre de sus operaciones en la Argentina, por lo que antes de fin de año esta cadena de supermercados estadounidense buscará cerrar la venta de sus activos locales entre alguno de los tres principales grupos empresariales interesados que llegaron a las instancias finales de la carrera.

Quienes buscarán hacerse con la cuarta cadena minorista del país son Francisco De Narváez, Inverlat (dueña de Havanna) y un consorcio integrado entre otros por el empresario logístico Oscar Andreani y el fondo Carval.

Aunque las tratativas manejadas por el Citibank se mantienen en estricta reserva, se supo que ya comenzó el proceso de due dilligence, una auditoría clave en el que se evalúan todos los números de la compañía: facturación, rentabilidad, costos y márgenes. Luego de conocerse esa información sobre el estado de situación de la empresa en venta, los candidatos posteriormente pondrán sus ofertas sobre la mesa. "La venta contempla el traspaso del 80 al 100% de los activos", señaló al diario Clarín una fuente al tanto de la negociación.

Walmart es una de las principales cadenas de supermercados minoristas de la Argentina, solo por detrás de Carrefour, Cencosud (Jumbo, Disco y Vea) y Coto. Entre sus más de 90 puntos de venta y producción, la cadena tiene 68 edificios de su propiedad. Con 25 años en el país, Walmart se enfrenta a una fuerte reestructuración global de su negocio y el cierre de algunos mercados, entre ellos Argentina, Inglaterra y Brasil, con el objetivo primordial fortalecer su presencia en los Estados Unidos, donde afronta el desafío de nuevos competidores, como Amazon.

Lo que está fuera de discusión es el traspaso de la marca Walmart, que será retirada del mercado argentino en un plazo a convenir con el comprador. No así Changomas ni Punto Mayorista, que formarán parte del paquete.

Más allá de la cifra y la modalidad, en última instancia la operación debe ser aprobada por Defensa de la Competencia. Un aspecto clave es la procedencia del inversor. En tal sentido, ninguno de los 3 candidatos tiene cadena en el país, lo que facilita el trámite. Pero todos tienen larga trayectoria en el rubro. Por ejemplo, la familia de De Narváez fue dueña de Casa Tía durante muchos años. Con Francisco al timón, ingresaron al supermercadismo hasta su venta, en 1999. De Narváez no se alejó del negocio: hoy tiene supermercados en Ecuador y Uruguay, que operan con la marca Ta-Ta.

En la pulseada también está el fondo Inverlat, que controla Havanna y Fenoglio. Integrado entre otros por 3 ex Citibank, Guillermo Stanley, Damián Pozzoli y Carlos Giovanelli, la firma trata de ingresar al mundo retail. Primero probó suerte con Garbarino, sin suerte, y ahora está detrás de Sodimac, la marca especializada en mejoras hogareñas de Falabella, que también está a la venta. Los entendidos remarcan que los activos en la Argentina están muy bajos y que la crisis ofrece oportunidades. Sin ir más lejos, hace dos semanas el fabricante de celulares Brightstar vendió sus dos plantas de Tierra del Fuego por US$ 1.

El tercer interesado por Walmart es un consorcio de inversores y empresarios creado precisamente para ese fin y que está integrado por Carval, Andreani, los hermanos Fabián y Gustavo Papini y Diego Solá Prats. Los últimos tres tienen probados pergaminos en el supermercadismo. Gustavo Papini fue CEO de Disco y Fabián fue accionista, presidente y director general del grupo de Narváez. En tanto Solá Prats fue gerente general de Jumbo en la Argentina. Los nexos se cruzan: porque De Narváez tiene hoy varios ex Walmart en sus supermercados de Ecuador y Uruguay.
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