La ministra de Educación sanjuanina NO APOYA la PROHIBICIÓN del lenguaje INCLUSIVO

San Juan
"Nosotros creemos que prohibir el lenguaje es algo complejo", explicó Cecilia Trincado. 








A casi dos semanas de la presentación de un proyecto de ley que pretende que se aplique la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas, la ministra de Educación de San Juan, Cecilia Trincado, hizo referencia a la iniciativa y en primer término la rechazó.

La jefa de la cartera fue consultada por la prensa sobre la postura del diputado provincial del PRO, Enzo Cornejo, y negó que haya mantenido un encuentro informativo. "Conmigo no ha tenido ninguna reunión, sólo me ha llegado de oídas su opinión", sentenció. "Veremos que es lo que propone el diputado. Nosotros creemos que prohibir el lenguaje es algo complejo. El lenguaje es un ente dinámico y como tal no se si existen prohibiciones tan determinadas", explicó Trincado.


Enzo Cornejo

Cornejo había considerado que "hay muchos chicos y chicas que no pueden leer de corrido y por ende, les cuesta comprender textos básicos. Y muchos también están teniendo problemas con la oralidad". "Si a las dificultades propias que hoy enfrentan los chicos y las chicas se suman cambios en las raíces del idioma, el proceso de aprendizaje se vuelve mucho más difícil y frustrante. Además, las modificaciones a la raíz del lenguaje afecta especialmente a aquellos chicos que sufren de dislexia o de algún problema de aprendizaje, en especial cuando son los propios docentes los que modifican su escritura y la pronunciación de las palabras", dijo el legislador a DIARIO MÓVIL. 
«ESTA ES UNA MEDIDA PARA PALIAR LAS CONSECUENCIAS DE LA CATÁSTROFE EDUCATIVA QUE GENERÓ LA PANDEMIA»

El presidente del PRO reconoce que hay  "muchas personas eligen utilizar el lenguaje inclusivo como una forma de expresar su compromiso y contribuir con una sociedad más igualitaria. La lengua está viva y en constante movimiento. Por lo tanto, es esperable que vaya cambiando o sufriendo modificaciones con el paso del tiempo», aunque argumenta que «los chicos y las chicas que están aprendiendo a leer y escribir primero tienen que dominar las normas de la lengua tradicional. Después decidirán, en pleno ejercicio de su libertad, qué uso quieren darle. Pero es necesario que aprendan en la escuela con un único criterio que facilite su aprendizaje y su desarrollo».
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