No te pierdas esta videonota sobre la historia de Yésica.
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En el corazón del Departamento de Chimbas, se alza un bastión de conocimiento y solidaridad: la Biblioteca Popular de Yésica Costa. Entrevistada en su santuario de libros, Jessica comparte con nosotros la inspiradora historia detrás de esta obra de amor y servicio.
"La biblioteca nació por una inquietud con los vecinos que necesitábamos un lugar de contención", comenta Jessica con un brillo de determinación en sus ojos. "Entendimos que una vecinal no sería suficiente, así que propuse la idea de una biblioteca popular".
Con la ayuda de su esposo y familia, Jessica emprendió la tarea de construir este refugio cultural desde cero, en su propio patio trasero. "Nos pusimos a hacer albañilería, electricidad, aprendimos a hacer todos los detalles", relata con orgullo. "Todo fue donado, desde los libros hasta los muebles".
La biblioteca, que ha florecido durante ocho años, es un testimonio del poder transformador de la comunidad. "Es hermoso porque todos han dejado un poquito de su vida, de su corazón, de su casa", afirma Jessica con emoción. "Hemos recibido herencias en testamentos que dicen 'quiero que mis libros estén en la biblioteca Juana Azurduy'".
Pero más allá de ser un depósito de libros, la biblioteca se ha convertido en un faro de esperanza para los residentes de Chimbas. "Es un gran lugar que es la casa de todos", explica Yésica. "Los chicos se sienten en confianza, porque se les da la contención que necesitan".
Este compromiso con la comunidad se refleja en cada aspecto del trabajo de Yésica. "Hemos trabajado con el día de la memoria, con los chicos más chicos donde vimos unos videos de canticuentos", comparte. "También hemos recibido chicos de las escuelas, y organizamos actividades para todas las edades".
La biblioteca es más que un proyecto; es una misión de vida. "Es un compromiso social serio", enfatiza. "Las instituciones tienen que tener siempre en vista un compromiso social, donde generalmente los problemas que asisten algunos los voy a poder ayudar y otros no, pero con el Centro de Salud enfrente, trayendo profesionales, haciendo actividades disciplinarias, eso va a generar que cada vez más la comunidad se sienta en un lugar de un multiespacio".
En su incansable búsqueda de servir a los demás, Yésica se convirtió recientemente en bibliotecaria oficial. "Descubrí la pasión por ser bibliotecaria", dice con una sonrisa. "Es un símbolo de sacrificio, porque ella hace poco, se ha recibido de bibliotecaria oficialmente".
A pesar de los desafíos y sacrificios, está decidida a seguir adelante. "Esto se seguirá construyendo", asegura. "No soy solo yo, somos la comunidad. Todos han dejado un poquito de su vida, de su corazón, de su casa, se han despojado de cosas importantes para venir a dejarlas acá".
La biblioteca mucho más que un lugar para leer libros; es un faro de esperanza y un ejemplo de servicio desinteresado. Su legado perdurará por generaciones, inspirando a otros a seguir su ejemplo y construir un mundo más justo y solidario.
LA NOTA COMPLETA
El sumo pontífice lanzó un llamado urgente para frenar el conflicto en Medio Oriente. Lo hizo en su tradicional oración dominical en el Vaticano. “Nadie debe amenazar la existencia de los demás. Todos los países deben ponerse del lado de la paz”, agregó.
El hombre retiró los productos que había solicitado y se fue del comercio. Sin embargo, la mujer que presenció toda la secuencia, cubrió los billetes con su pie y se los llevó.
La historia de una sanjuanina se hace viral en redes.
La mujer y sus dos hijos acababan de bajar de un colectivo y esperaban para cruzar la ruta cuando ocurrió el dramático momento.
Fuentes judiciales brindaron detalles más precisos de la tragedia ocurrida en Rivadadiva.
Aún se desconocen detalles del accidente fatal.
El menor habría recorrido varios metros. Sus padres estaban durmiendo.
Por ahora, no hay indicios de otro vehículo involucrado.